La Comisión Europea lanza su gran proyecto climático que veta los turismos de gasolina, diésel, gas e híbridos e incluye un fondo de 72.000 millones.Pero los fabricantes creen que aún son insustituibles y el uso exclusivo de tecnologías limpias requiere más tiempo. El endurecimiento de la norma exigirá que coches nuevos y furgonetas reduzcan sus emisiones en un 65% a partir de 2030 y pasen a ser de cero emisiones en el año 2035 da al traste con los planes de la industria del motor, más centrada en conseguir estos objetivos en los años 2040 y 2050 respectivamente, según apuntan en La Razón, Carlos de Miguel y Fran Castro en un interesante reportaje.
Ante todas estas medidas, los fabricantes argumentan que muchos de los retos aún no están resueltos. Con unos 8.300 puntos de recarga en funcionamiento actualmente, España tiene una penetración inferior a la media de la UE (4,9 frente a 28,3 puntos de recarga rápida por cada 100 km de carretera), donde el 40% se concentran en cuatro provincias. De aquí a 2040, para poder responder al futuro parque electrificado, España precisará multiplicar por 160 el número de puntos de recarga, incorporando más de 830.000 en 20 años.
Tenéis más información en la revista 12 Voltios & Personal Car y consultar el resportaje de La Razón.