Las dash cams o cámaras de salpicadero, son un dispositivo que llegaron al sector sin hacer mucho ruido, pero que ha ido creciendo en popularidad de forma imparable. Estas cámaras permiten inmortalizar todo lo que ocurre desde que arrancas el coche hasta que llegas a tu destino, y cada viaje se almacena en fragmentos de vídeo que después se pueden copiar el ordenador.
Es muy habitual que estas cámaras vengan acompañadas de un soporte en forma de ventosa, el cual permite acoplar la cámara al cristal frontal del coche. Por norma general, la cámara se coloca mirando hacia la parte frontal del coche.
Por lo que respecta a la circulación, es decir, por lo que respecta a la normativa de tráfico, en España, no hay ninguna norma que prohíba su utilización, si bien, es evidente que su manejo durante la conducción podría ser denunciable y sancionable.
Estas cámaras no serán admitidas en un juicio para resolver accidentes de tráfico porque su uso atenta contra el derecho a la intimidad español. Solos las fuerzas y cuerpos de seguridad de Estado son los únicos con competencia para grabar en espacios públicos.